MAHOMA ES INOCENTE

Si disponemos de los medios para la información total, es natural usarlos y tratar de hacerlo rectamente. Por eso hay que observar que esta quasi revolución Islámica, medievalista, movida por la fe hiperelevada, es una demostración de que todas las épocas conviven en ésta: La Cultura no es homogénea ni el tiempo tampoco. Hay luces que brillan y otras que se quiebran. Hay gentes que viven como en el neolítico, o más allá; otras que van contando por el año cuatro mil y pico; nosotros, que estamos en los dos mil y los mahometanos, que andan por el 1500.

Aquí hemos de decir que Cristo -dios y profeta- no tiene la culpa de que en tierras cristianas haya mafiosos, asesinos y locos. Tampoco tiene Mahoma la culpa del fanatismo resucitado que no se limita a la fe sino que exige a esa fe una acción intempestiva. Hay -y con no pocas razones objetivas- una paranoia contra Occidente y, además, ven a los cristianos como una secta judía triunfante. Y eso es peor.

Mahoma es inocente y sólo debe imputársele su propia barbarie, si la tuvo. Lo demás es de otros; esos apuñalamientos de los Califas y el exterminio de sus familias no son cosas de la fe sino de la ambición y la codicia. Hay que ir quebrando luces falsas para que aparezca la verdad y hay que observar las cosas para saber si hay o no razón para las reacciones de indignación y odio.

Dicho todo esto, y que el Rector que esto escribe añade que quisiera una fe tan fuerte pero mejor llevada, y que se publicarán en esta página las caricaturas de la falta de entendimiento entre Oriente y Occidente. No debieron hacerse, pero ahora son pruebas de cargo de unos hechos que se han escapado de las manos

No es una viñeta inocente, pero tampoco es una culpable:


Esta no es del todo cierta: Occidente no sólo una plumas contra Oriente.



Este dibujo es sarcástico y sí lleva razón.


Y esta es una clara venganza hebraica:


Dios nos coja confesados si empezamos a tirarnos los dioses a la cabeza. Nadie debiera hacer chistes a costa de Jesucristo, de Yavé ni de Mahoma.